Diferencia entre revisiones de «Los océanos pueden pasar de ser sumideros del carbono a convertirse en sus chimeneas, y acelerar el cambio climático»

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Nos ha tocado vivir momentos determinantes para el futuro de la vida en nuestro planeta, debido, principalmente a la actividad humana. En efecto, la actividad industrial en sus diversas formas, incluido nuestro consumo individual de combustibles fósiles, liberan grandes cantidades de CO2 a la atmósfera. Aunado a lo anterior, la tala de bosques ha llevado a una deforestación extrema, al grado de que el Amazonas ha pasado de ser un “pulmón” del planeta, a ser un productor de CO2; y, para ponernos en una situación de alerta roja, tenemos este informe de las Naciones Unidas que nos previene a que los océanos pasen de ser "pulmones" del planeta, a productores de CO2. Si esto llegase a ocurrir, en poco tiempo la Tierra sería inhabitable para gran parte de la biota, cambiando por completo su faz. Esta es la razón de haber incluido este documento en nuestra recopilación, tomando en cuenta, además, que aporta al cumplimiento de los contenidos del Programa Indicativo.
 
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Revisión del 17:00 31 jul 2024

Wannikoff, Rik; Sabine, Cheistopher; Arico, Salvatore. Editores


Tomado de: https://news.un.org/es/story/2021/04/1491382


Richard (Rik) Wanninkhof

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Se desempeña como Científico principal del Laboratorio Oceanográfico y Meteorológico del Atlántico, nombrado por la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés). Ha realizado investigaciones sobre el ciclo inorgánico del carbono, centrándose en la absorción de dióxido de carbono antropogénico por los océanos y los efectos del aumento de los niveles de dióxido de carbono en los ciclos biogeoquímicos y la ecología oceánicos. Tiene un doctorado por la Universidad de Columbia y una impresionante producción de artículos de más de 525 trabajos publicados.


Presentación

Nos ha tocado vivir momentos determinantes para el futuro de la vida en nuestro planeta, debido, principalmente a la actividad humana. En efecto, la actividad industrial en sus diversas formas, incluido nuestro consumo individual de combustibles fósiles, liberan grandes cantidades de CO2 a la atmósfera. Aunado a lo anterior, la tala de bosques ha llevado a una deforestación extrema, al grado de que el Amazonas ha pasado de ser un “pulmón” del planeta, a ser un productor de CO2; y, para ponernos en una situación de alerta roja, tenemos este informe de las Naciones Unidas que nos previene a que los océanos pasen de ser "pulmones" del planeta, a productores de CO2. Si esto llegase a ocurrir, en poco tiempo la Tierra sería inhabitable para gran parte de la biota, cambiando por completo su faz. Esta es la razón de haber incluido este documento en nuestra recopilación, tomando en cuenta, además, que aporta al cumplimiento de los contenidos del Programa Indicativo.


Los océanos pueden pasar de ser sumideros del carbono a convertirse en sus chimeneas, y acelerar el cambio climático

Wannikoff, Rik; Sabine, Cheistopher; Arico, Salvatore. Editores

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Un papel poco conocido de los océanos es su regulación del clima en la Tierra por medio de la absorción del dióxido de carbono (CO2), explica un estudio titulado Integrated Ocean Carbon Research publicado este martes por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), que también advierte que, de perder esa función, los océanos contribuirían al calentamiento del planeta, acelerando el avance del cambio climático.

El estudio señala que las investgiaciones del Panel Intergubernamental de Expertos Sobre el Cambio Climático (IPCC) proporcionan pruebas científicas sólidas que subrayan el papel del carbono oceánico en el clima. Estos informes también enfatizan la urgencia de minimizar más daños al océano global, así como de mantener los servicios oceánicos clave que están directamente amenazados por la acidificación, desoxigenación y calentamiento de los océanos.

Para evitar que esto ocurra, dice el informe, es urgente estudiar el ciclo de captación del CO2, entenderlo bien y establecer una hoja de ruta que guíe a las autoridades responsables del diseño de políticas de mitigación y adaptación al cambio climático durante el próximo decenio.

El texto destaca la importancia del conocimiento científico para tomar decisiones informadas dentro de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, con el fin de alcanzar los objetivos del Acuerdo de París sobre el clima y construir sociedades más resilientes.

Reservorios de carbono de origen antropogénico

Desde la Revolución Industrial, los océanos han sido el reservorio del carbono generado por la actividad humana. Sin estos reservorios marinos, junto con los terrestres, los niveles de CO2 en la atmósfera serían un 50% más altos que los registrados en 2019, que estaban ya muy por encima del límite para contener el calentamiento global a dos grados centígrados.

El ciclo global del carbono es una parte integral del sistema Tierra. De los componentes terrestres, atmosféricos y oceánicos del ciclo global del carbono que intercambian carbono en escalas de tiempo de décadas a siglos, el océano tiene más del 90% del carbono contenido en estos reservorios. Desde el comienzo de la Revolución Industrial a finales del siglo XVIII, los seres humanos han alterado drásticamente las reservas y los flujos de carbono dentro del sistema tierra-atmósfera-océano y han aprovechado el carbono fósil en el reservorio geológico.

Con el tiempo, los océanos han pasado de ser un sumidero del carbono preindustrial procedente de la biosfera terrestre a través de los ríos, a convertirse en un receptáculo de carbono neto anual significativo a través de la absorción del carbono antropogénico.

"El aumento casi exponencial de las emisiones antropogénicas totales de CO2 durante la era industrial implica que la absorción abiótica del océano ha aumentado casi exponencialmente, alcanzando 2,5 ± 0,6 Pg C año-1 para 2009-2018. Sin los sumideros oceánicos y terrestres, los niveles de CO2 atmosférico estarían cerca de 600 ppm [...] muy por encima del nivel compatible con un objetivo de calentamiento climático de 2 ̊C", asegura el reporte.

La acumulación de carbono generado por la actividad humana en el océano está alterando la química del agua de mar, un fenómeno conocido como acidificación del océano. Estos cambios afectarán el papel futuro del océano como reservorio de CO2 atmosférico y alterarán los ecosistemas marinos de formas que aún se encuentran bajo investigación.

Evitar más daños

El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático ha urgido repetidamente a evitar hacer más daños a los océanos y a multiplicar las medidas para evitar la acidificación, la desoxigenación y el calentamiento de sus aguas.

El informe de la UNESCO afirma que el Decenio de las Naciones Unidas de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible (2021-2030) constituye una oportunidad única para convocar a los actores regionales y mundiales a establecer sus prioridades científicas comunes y a generar conocimientos, aplicaciones, servicios y herramientas para fortalecer las acciones de mitigación y adaptación relacionadas con el ciclo cambiante del carbono oceánico.

El objetivo del Decenio es proporcionar un marco propicio para las ciencias oceánicas diseñado y administrado conjuntamente por una gama amplia de actores que produzca una mayor aceptación y uso de las ciencias oceánicas para la acción y la innovación.

Conocimiento insuficiente

"La teledetección por satélite del estado de la superficie del mar, la temperatura, el viento, la salinidad, el hielo, la lluvia y la clorofila-a desempeña un papel fundamental en la cuantificación del carbono oceánico. Estas observaciones se utilizan de forma rutinaria para escalar mediciones in situ escasas, estudiar regiones heterogéneas, identificar la variabilidad impulsada biológicamente dentro del sumidero oceánico y proporcionar sustitutos para el intercambio de gases", señala el informe.

Sin embargo, el estudio reconoce que por el momento el conocimiento disponible es insuficiente para tomar las mejores decisiones, y agrega que estas lagunas de conocimiento desafían la capacidad de la comunidad científica para comunicar eficazmente al público en general cómo sería la remoción del CO2 marino.

Entre las preguntas que están por resolver que son cruciales para las sociedades y la toma de decisiones políticas, el informe destaca:

¿Continuarán los océanos actuando como un sumidero proporcional al carbono que se está emitiendo a la atmósfera como resultado de las actividades humanas?

¿Cuál es la vulnerabilidad del océano al aumento de los niveles de CO2 y cuál es nuestra capacidad y necesidad de mitigar el aumento de los niveles de CO2?

¿Podemos mejorar de manera segura el secuestro y almacenamiento de carbono por el océano?

¿Cuáles son los factores antropogénicos naturales y humanos importantes que impactan el ciclo biológico del carbono y la salud de los océanos?

¿Están cambiando las redes tróficas de la zona crepuscular y qué efecto tendrá esto en la evolución del ciclo del carbono oceánico?

¿Cómo cambiará la absorción global de carbono en los océanos en el futuro con la disminución de las emisiones de CO2?

¿Está cambiando la reserva de carbono orgánico disuelto y cuáles son sus impactos en el clima, y en el cambio ambiental?

¿Cómo está cambiando el almacenamiento de enterramiento de carbono en reservorios clave del continuo tierra-océano?

¿Cambiará la producción de aguas profundas y la circulación de vuelco meridional en una evolución del clima, y cuáles serán las consecuencias para la absorción de carbono oceánico?

¿Cómo se pueden incorporar múltiples factores de estrés en el sistema de carbono oceánico al evaluar las observaciones y los resultados del modelo?

¿Cuál es el impacto de la desoxigenación en el ciclo del carbono oceánico?