Artículo 1. Cambio climático global por actividades humanas

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i) Cambio climático global por actividades humanas

Conde, Cecilia. 2011. Cambio Climático Global por actividades humanas. Semarnat, Gobierno Federal. Consultado el 20 de febrero de 2021. Pp. 15-18. https://biblioteca.semarnat.gob.mx/janium/Documentos/Cecadesu/Libros/Mexico%20y%20el%20cambio%20climatico.pdf

En general, los artículos seleccionados para esta Antología son derivados de estudios específicos; no obstante, consideramos que es necesario iniciar esta colección con un trabajo explicativo de lo que consideramos como cambio climático antropogénico. ¿Y qué mejor que cederle la palabra a una agencia del gobierno federal como es la SEMARNAT? De esta manera el lector tendrá el punto de vista oficial de nuestro gobierno acerca de este problema global que, no obstante, nos involucra a todos.

El trabajo aquí presentado es muy didáctico y prepara al estudiante para comprender de manera más cabal los demás trabajos presentados. Dicho escrito data del año 2011, pero puesto que es introductorio, la explicación desarrollada sigue siendo vigente.

IMAGEN CECILIA

Cecilia Conde Ana Cecilia Conde Álvarez es Doctora en Ciencias de la Tierra, con especialidad en Física de la Atmósfera, por la UNAM. Trabaja en el Centro de Ciencias de la Atmósfera y ha coordinado proyectos sobre la variabilidad y el cambio climático. En 2011 ganó el Premio al Mérito Ecológico en la categoría de Investigación, por sus aportaciones al estudio de los impactos potenciales del cambio climático en México.

Es autora líder del Cuarto Reporte de Evaluación del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, organismo creado por las Naciones Unidas y la Organización Meteorológica Mundial para estudiar el cambio climático global y las estrategias que pueden seguir los países que, como México, se han comprometido a enfrentar ese cambio. Dicho Panel fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz por su aportación para entender y sistematizar la información sobre este fenómeno. 


Conde, Cecilia. 2011. México y el Cambio Climático Global. Semarnat, Gobierno Federal. Pp 15-18. Consultado el 20 de febrero de 2021 en: https://biblioteca.semarnat.gob.mx/janium/Documentos/Cecadesu/Libros/Mexico%20y%20el%20cambio%20climatico.pdf


Cambio climático global por actividades humanas

Existe una fuente de cambio en el clima global distinta a la que a través de las Eras Geológicas de manera natural han ocurrido y que desde hace más de 100 años se viene estudiando. Este cambio se asocia con las actividades humanas en el planeta desde la Revolución Industrial.

Desde esa época hasta nuestros días los procesos industriales se realizan básicamente quemando combustibles fósiles (petróleo, gas y sus derivados, como la gasolina). Los gases producidos por estas actividades se liberan a la atmósfera y cambian su composición.

Asimismo, desde hace más de 100 años se ha dado un proceso acelerado de pérdida de bosques y vegetación en regiones muy amplias. Por ejemplo, se calcula que México perdió por lo menos la mitad de sus bosques desde la Colonia hasta la actualidad. Según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), México ha talado 6.3 millones de hectáreas de sus bosques, ocupando el segundo lugar en América Latina en destrucción forestal (el primer lugar lo tiene Brasil).

La combinación de estos dos procesos ha convencido a la mayoría de los científicos del mundo de que se está produciendo un cambio en el clima planetario, cuyos efectos se han observado y seguramente se observarán no en millones de años (como es el caso que describimos en la sección anterior), sino en decenas o cientos de años. ¿Por qué está sucediendo eso y qué relación guarda con la industrialización?

Las atmósferas de la Tierra, Venus y Marte tienen un origen común. Estos planetas se crearon prácticamente al mismo tiempo. Sin embargo, la atmósfera de la Tierra fue cambiando en forma gradual, gracias a que en ella se originó la vida.

Si bien compartimos con Venus y Marte un pasado común, la vida ha transformado a la atmósfera de nuestro planeta de tal forma que ha adquirido una atmósfera y una temperatura promedio ideal para que se desarrolle la vida.

En las atmósferas de la Tierra, Venus y Marte ocurre el proceso denominado efecto invernadero, que resulta de la interacción de la energía que proviene del Sol con algunos de los gases de cada una de esas atmósferas.

La atmósfera de la Tierra está compuesta principalmente de nitrógeno y oxígeno. Contiene además pequeñas cantidades de los llamados gases de efecto invernadero: el vapor de agua, el bióxido de carbono, el metano y los óxidos de nitrógeno, entre otros. La palabra óxido se refiere al oxígeno presente en esos compuestos.

La atmósfera de Venus está compuesta principalmente de bióxido de carbono, nitrógeno y nubes de ácido sulfúrico. La atmósfera de Marte está formada básicamente por bióxido de carbono y nitrógeno.

Vemos entonces que lo que más abunda en los planetas hermanos es el bióxido de carbono (que es un gas de efecto invernadero), mientras que en la Tierra se encuentra en cantidades mínimas. Otra diferencia importante es que en la Tierra hay una gran cantidad de oxígeno en la atmósfera. Este gas es producto directo de la actividad de las plantas y algas.

Estos gases interactúan con la energía del Sol para dar por resultado que la superficie de los planetas se caliente.

Venus, que se encuentra más cerca del Sol que la Tierra, y que cuenta con una atmósfera saturada de bióxido de carbono, tiene una temperatura en su superficie de más de 470 grados centígrados. Se dice que este planeta tiene un efecto invernadero desbocado. Es como un horno.

Marte, que se encuentra más lejos del Sol que la Tierra, tiene una temperatura en su superficie de -55 grados centígrados, aunque también cuenta con una atmósfera llena de bióxido de carbono. No le alcanza el efecto invernadero para calentar su superficie a un nivel en el que se pueda desarrollar la vida como en la Tierra. Es como un gran refrigerador.

La Tierra, ubicada entre los otros dos planetas, tiene mucho menos bióxido de carbono en su atmósfera, además del vapor de agua. Su posición y composición permiten que el efecto invernadero mantenga una temperatura en su superficie de alrededor de 15 grados centígrados, un paraíso para las formas vivientes.

¿Qué sucedería si aumentamos indiscriminadamente la cantidad de bióxido de carbono en la atmósfera terrestre? Esto, que suena a un experimento de ciencia ficción, ha venido ocurriendo desde la Revolución Industrial y cada vez más intensamente.

FIGURA PLANETAS

Para algunos historiadores dicha revolución inició en 1890; desde entonces, y hasta 1990, la cantidad de bióxido de carbono en el planeta ha aumentado 30 por ciento. ¿Qué hace el planeta con ese exceso? Pues además de calentarse, trata de redistribuir la energía que ya no puede liberar al espacio. En este proceso se calienta la superficie terrestre y marina, aumenta el nivel del mar, hay cambios en los patrones de lluvia y eventualmente pueden incrementarse las ondas de calor y otros eventos climáticos que afectan a la sociedad y a las diversas especies animales y vegetales.

Podemos imaginarnos una persona que con fiebre empieza a sudar, requiere más agua, se puede dar un baño de agua fría, toma medicamentos, en fin, se aplica todo lo que le permite llegar a una temperatura corporal normal.

¿Cuánto se ha calentado el planeta? Alrededor de 0.74 grados centígrados. Sí, menos de un grado centígrado en 100 años. Si retomamos el ejemplo de la persona con fiebre parecería que no es demasiado. Pero recordemos que la Tierra mide sus tiempos en millones de años, así que un calentamiento de poco más de medio grado centígrado en 100 años para la Tierra equivaldría a que la persona en unas horas empezara a tener ese aumento de temperatura, a pesar de sus esfuerzos por disminuirla. Si el proceso continuara, en unas horas esa persona tendría que ser internada de emergencia en un hospital.

Para analizar el posible cambio del clima a futuro, los científicos utilizan modelos de clima e introducen en esos modelos los conocimientos más avanzados en cuanto a la atmósfera, los océanos, las capas de hielo y nieve, la vegetación, etcétera. Esos son los componentes que determinan las condiciones climáticas.

De continuar la humanidad emitiendo gases de efecto invernadero, las proyecciones con esos modelos indican que el planeta se calentaría entre 1.8 y 4.0 grados centígrados para el 2100, aunque no se descartan aumentos de hasta 6.4 grados centígrados. Esto es una barbaridad, claro. Imaginemos a nuestro pobre paciente, ya en el hospital, con los médicos luchando por salvarle la vida.

Recordemos ahora que la “fiebre” no es en sí una enfermedad, sino un síntoma de que algo en el organismo no está funcionando bien. De manera semejante, ese aumento de temperatura en el planeta nos está indicando que “algo” no está funcionando en la Tierra como es debido. Ese algo es la forma en que las sociedades humanas se están relacionando con el medio ambiente, ya que la explotación de los recursos naturales y el acelerado proceso de industrialización están agotando uno de los recursos más preciados que tiene la Tierra: su clima.

En conclusión:

• Además del cambio climático natural se está presentando el cambio climático global por las actividades humanas.

• El uso de combustibles fósiles (como el petróleo y el gas) y la destrucción de la vegetación del planeta están produciendo ese cambio climático.

• La quema de combustibles fósiles y la deforestación están cambiando la composición de la atmósfera terrestre, ya que se emiten a la atmósfera gases de efecto invernadero (como el bióxido de carbono) que el planeta no puede absorber y regresar a su condición normal en periodos cortos.

• El efecto invernadero es un fenómeno natural que se da también en planetas como Venus y Marte. Este efecto posibilitó que la Tierra adquiriera una temperatura ideal para la proliferación de la vida, mientras que en Venus y Marte no permite que haya condiciones para ello.

• La Tierra se ha calentado en los últimos 100 años alrededor de 0.74 grados centígrados. De seguir esta tendencia, para el 2100 el planeta se calentaría entre 1.8 y 4.0 grados centígrados, se incrementaría con ello el nivel del mar, cambiando los patrones de lluvia y aumentando los eventos climáticos como las ondas de calor, las lluvias torrenciales y las sequías, por ejemplo.

FIGURA VOLCAN