Gradientes en Biodiversidad: El caso de la latitud

Autores: Contreras-García María de Jesús, Pérez-Pérez Rosa Aurora, Arévalo-De la Cruz Juan Armando, Sánchez-Carrizosa Karina, Jiménez-Martínez Luis Daniel, Castillo-Enríquez Pavel Aleksei, Hidalgo-Mihart Mircea G.

Tomado de: https://revistas.ujat.mx/index.php/kuxulkab/article/download/445/365/1570


Introducción

La biodiversidad comprende toda la variedad organismos de elementos bióticos, desde genes hasta los ecosistemas, la cual está distribuida de manera heterogénea en la tierra, ya que algunas partes del planeta son mucho más ricas en taxa que otras, como los bosques tropicales y arrecifes de coral o menos diversas como los desiertos y profundidades marinas (Gaston, 2000; Purvis y Héctor, 2000)

En el presente ensayo se abordará a la latitud como factor determinante en la distribución de la riqueza de especies en el planeta puesto que este es uno de los factores mejor documentados.

En ecología, uno de los retos más importantes es identificar cuáles son los patrones que determinan la distribución de la biodiversidad en el planeta y a pesar de que hay un cierto conocimiento de los gradientes que la determinan, la información de la que se dispone está relacionada hacia un grupo u otro pero no en general para toda la biodiversidad que existe (Boyero, 2008). Dentro de estos factores se pueden mencionar los bióticos como la competencia y depredación y abióticos como la precipitación, evapotranspiración (Naoky et al., 2006)

Factores Bióticos

Dentro de los factores bióticos la competencia implica que dos especies pueden ser afectadas negativamente pues en algunos casos ambas dependen de una misma fuente de alimento para su sobrevivencia dejando disponibles otros recursos y espacios que pueden ser colonizados por otras especies aumentando así la diversidad. En organismos fijos como las plantas la competencia suele ser el espacio disponible y sería uno de los factores que limitan su distribución (Pianka, 1966; Jeanne, 1979; Krebs, 2000). La hipótesis de la competencia es que la selección natural en las zonas templadas está controlada principalmente por las exigencias del ambiente físico, mientras que la competencia biológica es un importante componente de la evolución en los trópicos. Los tipos de alimento y los requerimientos en los la hábitats se confinan a estas zonas permitiendo que mas especies puedan coexistir por unidad de espacio, la competencia por recursos se vuelve más aguda y los nichos más estrechos, permitiendo así que hayan más comunidades (Dobzhansky, 1950)