Monografías:El conejo de los volcanes
(ROMEROLAGUS DIAZI)
MONOGRAFÍAS: Endemismo tipo relicto.
- Por Humberto Granados
Los implacables enemigos de este habitante de nuestro eje volcánico están a punto de provocar su extinción.
Aunque el Conejo de los Volcanes es un animal exclusivo de la fauna mexicana, hasta hoy nadie ha realizado en México las investigaciones que este animal amerita; por ello, desde 1977, en colaboración con científicos de varios países, estamos realizando investigaciones sobre algunos aspectos de la biología básica de este conejo, para iniciar e interesar a jóvenes biólogos mexicanos en el estudio de este importante animal.
Contenido
Nomenclatura
El Conejo de los Volcanes, comúnmente llamado "zacatuche", "teporingo", "tepolito" o "conejo de las rocas", forma parte, con el nombre genérico de Romerolagus, de la tríada aún existente de conejos primitivos, por lo cuál también se les denomina "fósiles vivientes". Esta tríada, que forma la subfamilia Paleolaginae, está integrada además por el género japonés Pentalgus y el sudafricano Pronolagus.
Aspectos ecológicos
El Conejo de los Volcanes se encuentra como una especie endémica exclusivamente en el Eje Volcánico Transversal de México, también llamado Cordillera o Sierra Volcánica Transversal o Cordillera Neovolcánica, que está situado entre los 18° y los 22° latitud norte y corre de occidente a oriente desde los estados de Jalisco y Colima, en el Pacífico, hasta los estados de Puebla y Veracruz, conectando la Sierra Madre Occidental con la Sierra Madre Oriental. Este eje, que posiblemente se inició en el Eoceno, es una provincia biótica bien definida y de gran importancia, pues en él convergen las dos regiones geográficas mayores del Continente Americano: la Neártica y la Neotropical; es por lo tanto una gradual y compleja zona de transición. Además, este eje es también importante por el gran número de especies que en él existen.
Cerca de la Ciudad de México y limitando el Valle de México por el sureste, se levantan, en el Eje Transversal, los volcanes Popocatépetl e Ixtaccíhuatl y, por el suroeste, el Ajusco. Las laderas de estos 3 volcanes en zona subalpina, son el hábitat del zacatuche. Esta parte de la Cordillera Neovolcánica pertenece al Neártico y corresponde a las partes colindantes de México, D F, y los estados de México, Puebla y Morelos.
Este conejo llamado también "conejo pigmeo mexicano" es de color gris - amarillo, de orejas cortas y ovaladas, de piernas y patas cortas, sin cola visible y muy dócil y fácil de manejar. Emite voces o chillidos parecidos a los del "pika" (Ochotona) con el cuál tiene, además, un parecido general. Vive en el subpiso de la gramínea "zacatón" (sobre todo de Epicampus y Festuca) propia de bosques donde existen principalmente las asociaciones Pino (Pinus) - Oyamel (Abies) - "zacatón" en las laderas altas, y Pino - Encino (Quercus) y Cuachichic (Garrya) - zacatón en las laderas medias y bajas. Camina por veredas definidas en el zacatón y hace madrigueras subterráneas ramificadas con múltiples entradas y salidas, tanto en las bolsas como en las partes altas de las laderas. Su hábitat está reportado a una altitud entre 2800 y 4000 metros sobre el nivel del mar.
En cuanto a su distribución, los estudios publicados hasta 1952 (Rojas Mendoza, 1951 y Villa, 1952) la circunscriben a los sistemas de los tres volcanes mencionados. Sin embargo, los estudios realizados por los biólogos de la Dirección General de Fauna Silvestre de la Secretaría de Recursos Hidráulicos han establecido la existencia del Conejo de los Volcanes también en las laderas del Nevado o Volcán de Toluca, el cuál está situado al sur del Valle del mismo nombre, en el Estado de México, al suroeste del Volcán Ajusco. Esta información confirmada por el estudio realizado por nosotros (Granados y Lozada, 1979), establece una nueva localidad para el Conejo de los Volcanes, en la cual, desgraciadamente está en la actualidad casi completamente extinto. Esto lo confirmamos con la información que nos suministraron los habitantes de la región, quienes nos dijeron que ha desaparecido casi completamente de las laderas del Nevado de Toluca debido principalmente a la muy intensa cacería que con fines alimenticios hacen de él. Esta información coincide con la obtenida en la región del Volcán Ajusco, principalmente en el poblado de Parres y sus alrededores, donde los habitantes nos han informado que allí también comen mucho el zacatuche, cuya carne tiene un delicioso sabor. Esto está en contradicción con lo que se informa en otras publicaciones (Villa 1952, Leopold, 1965, Rev. Geogr. Univer, 1977).
Hasta hoy no se han realizado investigaciones para establecer la completa distribución de este animal. El hecho de que también exista, aunque en franco proceso de extinción, en el sistema del Nevado de Toluca, sugiere que también podría existir en algunas otras zonas del Eje Volcánico, posiblemente vecinas de las hasta hoy establecidas.
Tampoco se han llevado a cabo estudios sobre su población. Lo único que se puede decir al respecto, con base en las observaciones personales y en información recogida en las regiones donde se ha reportado su existencia, es que la población de este animal aún es relativamente abundante en la Sierra de Ajusco y va disminuyendo en las laderas del Popocatépetl y del Nevado de Toluca.
Lo que sí podemos decir con certeza es que la población de este animal está disminuyendo continua y aceleradamente porque su hábitat se hace cada día más pequeño debido al continuo crecimiento de la agricultura hacia las laderas de los volcanes; la cacería, tanto con fines alimenticios como deportivos y a que la hembra no acostumbra parir en sus elaboradas madrigueras, sino en huecos dejados por árboles caídos, debajo de los troncos o en depresiones superficiales bajo el zacatón, lo cual deja expuesta a la cría al fácil alcance de los predadores naturales, de los perros de caza y del hombre. Otros factores que han contribuido a su disminución ha sido el decremento cuantitativo del zacatón, cuyas raíces se emplean para fabricar escobas y cepillos domésticos con alto valor comercial; su quema periódica para hacer reverdecer nuevo pasto para alimento del ganado y el establecimiento de atracciones turísticas en gran escala en las laderas del Ixtaccíhuatl y Popocatépetl.
CUADRO Historia de la nomenclatura del Conejo de los Volcanes
1893. El Conejo de los Volcanes fue descrito en este año como Lepus diazi por el Ingeniero Fernando Ferrari Pérez, Jefe de la Sección de Historia Natural de la Comisión Geográfica - Exploradora de México, en honor del en aquél entonces director de la sección.
1896. Merriam, ignorando lo anterior, estableció para éste animal el género Romerolagus por el Sr. Matías Romero, Ministro plenipotenciario de México en los Estados Unidos de América y la especie nelsoni por Nelson, el colector de los especimenes estudiados.
1905. En este año el Dr. Jesús Díaz de León publica en un pequeño folleto en el cual concluye que en la nomenclatura pueden conciliarse las dos clasificaciones anteriores y les da el nombre de Romerolagus diazi.
1951. Rojas Mendoza concluye después de revisar exhaustivamente todo lo relacionado con la historia de la nomenclatura del teporingo que el nombre correcto debe ser: Romerolagus diazi, Ferrari Pérez, 1893.
Hasta hoy, sólo existe publicado un trabajo in extenso que cubre varios aspectos de la biología del zacatuche, realizado por Rojas Mendoza en 1952. Esta publicación pionera, aunque desconocida internacionalmente, contiene importante información sobre este animal, además de que en ella se hace una revisión completa de la literatura existente hasta el año en que fue publicada. Rojas Mendoza confirma y extiende anteriores observaciones relacionadas con algunos aspectos de la reproducción del zacatuche tales como la época en que tienen lugar los partos (de la primavera a principios del verano) y el número de hijos en cada parto (de 1 a 3). Observa además que: "la época de celo en estos conejillos corresponde a la mayor actividad, en la que se les ve con frecuencia y es posible darles caza con facilidad". De los hábitos alimenticios dice que se alimenta principalmente de zacatón e incluye en su trabajo los ectoparásitos que encontró en los teporingos por él estudiados. Además, confirmó y extendió las observaciones hechas por Davis (1944) sobre los mamíferos encontrados en el hábitat de Romerolagus. De esta fauna asociada podemos hacer mención especial al ratón de los volcanes (Neotomodon alstoni).
Por otra parte, Bravo Hollis hizo la primera publicación sobre sus parásitos, en 1950; en ella señala haber encontrado un buen número de nemátodos. Debemos incluir aquí los primeros estudios realizados sobre ectoparásitos de Romerolagus; Hoffman (1962) informó de la presencia en el teporingo de una garrapata (Ixodes neotomae Cooley, 1944 y Barrera (1966) estableció la existencia de 2 nuevas especies de sifonápteros (Cediopsylla tepolita y Hoplopsyllus pectinatus) que parasitan al zacatuche: "las dos especies mencionadas, nuevas para la ciencia, conservan una interesante gama de caracteres primitivos que las hacen, dentro de su grupo, poder ser consideradas como parásitos "fósiles vivientes" de un huésped al que, a su vez, puede dársele la misma denominación".
Investigaciones recientes.
Uribe Alcocer y sus colaboradores han realizado las primeras investigaciones sobre la citogenética de Romerolagus (Uribe Alcocer, García Rey y Laguarda Figueras, 1974, 1975; Sonia García Rey, 1976; Uribe Alcocer, 1977). Por lo demás, en los últimos 10 años la mayoría de las investigaciones sobre este animal han sido realizadas por investigadores europeos y japoneses, quienes han venido a México para estudiar aquí al animal y llevar a sus respectivos países algunos especimenes.
En 1968, G. Durrell, Director de Jersey Wildlife Preservation Trust, dirigió una expedición en México, y después llevó al Parque Zoológico de Jersey 10 ejemplares vivos. Allí comenzaron a estudiar varios aspectos de la biología del animal en cautiverio como la alimentación, la reproducción y la parasitología. Como resultado de estos estudios preliminares, Durrell y Mallinson informaron que Romerolagus tiene "un período de gestación definido entre 38 y 40 días".
En el otoño de 1977, vinieron a México investigadores de 2 países: del Japón vino una expedición dirigida por M. Kamiya -Profesor de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Hokkaido- y de Bélgica vino W. Van der Loo -del Instituto de Biología Molecular de la Universidad de Bruselas-. Con nuestra colaboración ellos obtuvieron un número de ejemplares vivos para sus estudios aquí y en sus respectivos laboratorios.
Kamiya y sus colaboradores llevaron al Japón 5 ejemplares vivos de Romerolagus; como resultado de sus investigaciones parasitológicas en México y el Japón, ellos describieron un nuevo céstodo (Anoplocephaloides romerolagi) que parasita los conductos biliares del zacatuche.
Van der Loo hizo un segundo viaje a México en la primavera de 1978 para continuar los estudios que sobre inmunogenética evolutiva del zacatuche había comenzado aquí en 1977. En mayo del año pasado (1979), envió 15 teporingos al Jardín Zoológico de Amberes y ha publicado ya un trabajo sobre observaciones generales y otro sobre inmunogenética evolutiva.
En nuestro laboratorio hicimos, con 4 conejos y durante 8 meses entre 1977 y 1978, estudios preliminares de la biología de este animal en cautiverio, habiendo observado que, además de ser muy dócil y fácil de manejar, puede ser mantenido en el laboratorio en buenas condiciones generales con una dieta de fácil obtención, lo cuál facilitará los estudios que se realicen en el laboratorio sobre la biología de este animal. Además, acabamos de terminar una investigación planificada para 5 meses, durante el tiempo reportado como el período de reproducción natural de este animal (marzo - julio de 1979).
Futuro del animal
El hecho de que Romerolagus represente un "relicto y un paleoendemismo" (Barrera, 1966) dentro de la fauna del la Cordillera Volcánica Transversal, nos indica que aunque en el futuro se agreguen a la ya conocidas otras áreas vecinas de distribución del animal, éste debe considerarse como en peligro de extinción.
Sus implacables enemigos, ya mencionados pueden producir su completa desaparición en un futuro no distante. La Survival Service Comission de la IUCN ( Red Data Book) ya ha clasificado a esta especie como EN PELIGRO DE EXTINCIÓN.
Por lo tanto, se hace urgente la intervención de la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos de México, de las instituciones y organizaciones científicas de este país y de las instituciones internacionales encargadas de la preservación de la naturaleza para que se hagan investigaciones bien planeadas y suficientemente financiadas y se tomen medidas prácticas efectivas para salvar a este animal. <ref>Tomado de: Granados, Humberto. Naturaleza. Volumen II, número 3 (79), junio de 1980. Pág. 161-166 </ref>
Información acumulada a partir de la fecha de la publicación anterior:
Adición No. 1 Aranda y colaboradores (1980)1 señalan que Romerolagus diazi es un animal pequeño que mide aproximadamente 300 mm; es de color café oscuro en el dorso y café grisáceo en la región ventral. Tiene las orejas cortas, redondeadas y cola insconpicua. Es el conejo más pequeño en su zona de distribución.
Las madrigueras tienen entradas ovaladas de unos 10 cm. de diámetro. El zacatuche es activo principalmente en las primeras horas del día y por la tarde, sobre todo en días soleados.
Normalmente las huellas del zacatuche muestran cuatro dedos, tanto la delantera como la trasera (aunque en ocasiones la delantera puede mostrar cinco). En general presentan la misma disposición que los conejos, aunque puede haber variantes; de cualquier manera, la distancia entre las huellas siempre será menor que en otros conejos.
Los excrementos del zacatuche son de forma discoidal, con el centro del disco ensanchado. Cuando frescos son de color ocre y de textura lisa; al secarse se hacen amarillentos y ligeramente porosos. Siempre se encuentran en montoncitos cerca de las madrigueras o en los corredores de estos animales. <ref> Aranda Sánchez, J. M. Del río, M. Colmenero R. Y Magallón, S.. Los Mamíferos de la Sierra del Ajusco. Comisión Coordinadora Para el Desarrollo Agropecuario del Distrito Federal, D. D. F. 1980. Páginas 61-65. </ref>
Adición No. 2 Velázquez Montes (1988)2 menciona que el área de distribución del zacatuche es reducida y discontinua, ya que abarca solo 280 Km.2. Esta área puede dividirse en dos zonas: la primera situada al sur y sureste del Distrito Federal, dentro de las Sierras Ajusco y Chichinautzin, concentrándose en los volcanes Pelado, Tláloc y elevaciones adyacentes; la segunda, entre los estados de México y Puebla, al sur de la Sierra Nevada, abarcando los volcanes Papayo, Iztaccíhuatl y Popocatépetl.
Respecto a los esfuerzos de reproducción del zacatuche, cabe mencionar a los zoológicos de Jersey, Antwerp y de Chapultepec, así como la Universidad de Hokkaido. Los que han tenido cierto éxito son los de Hokkaido, quienes han obtenido 100 gazapos (crías de conejo) y Chapultepec, con 600 gazapos; no obstante, los esfuerzos de Hokkaido son para generar animales de laboratorio, mientras que en Chapultepec, aunque se ha obtenido el mayor éxito reproductivo, la carencia de un buen trabajo administrativo y técnico han provocado un índice de mortalidad muy alto. Los principales problemas que enfrenta el zacatuche además de los mencionados en el trabajo de Granados son la fragmentación de sus poblaciones y el crecimiento de la mancha urbana hacia sus áreas de distribución. <ref>ICYT, Información científica y tecnológica. Diciembre de 1988, Vol 10, Núm 147. Páginas 45-49.</ref>
Referencias
<references />